Capitulo 16

16 DE JUNIO DE 1867

Una vez más escribo en tu diario, y eso no me gusta, pues significa que aún no has despertado.
Estoy justo a tu lado, aferrada a tu mano mientras escribo estas palabras.
Cuánto desearía que supieras que estoy aquí...
A menudo me sorprendo a mi misma suplicando que abras los ojos y me susurres que todo acabó ya. Pero empiezo a perder las esperanzas...
No sé que más hacer, ni cómo devolverte a éste mundo. Ni siquiera sé si algún día leerás mis anotaciones.

Ahora lo veo claro. Fuí un estúpida por no confiar en tí. Por no darte esa oportunidad que yo sabía perfectamente que esperabas... Todo por culpa del miedo. Miedo a confiar en alguien, miedo a luchar, pero sobretodo, miedo a amar.

Hoy mi mayor temor es perderte, porque te he abierto mi corazón en este diario. Porque no puedo soportar el simple pensamiento de que no haya jamás un "nosotros".


Releyendo tu diario para amenizar la espera y no enloquecer creo haber encontrado una solución...
Si no funcionase, estoy dispuesta a reunirme contigo donde quiera que estés...

Con todo mi corazón: Sonya




17 DE JUNIO DE 1867

No era consciente de nada. Mi mente seguía alejada de mi cuerpo cuando un líquido de fuerte sabero a óxido empezó a recorrer mi garganta, dirección a mi estomago.
Paulatinamente fuí recobrando sensibilidad en mi piel.
Me sorprendió descubrir una furiosa presión en mis labios, casi como una lucha de titanes, que al mismo tiempo liberaba ése férreo liquido en mi boca.
Era un roce apasionado, preso de una impaciencia que antes no había experimentado. Como si el mundo estuviera apunto de acabarse. Hubo un corto descanso hasta que de nuevo volvió a apresar mis labios contra los suyos.
Desperté...
Entreabrí los ojos y fué su cara pegada a la mía lo que me encontré. Sus labios besando locamente los mios.
Ella se dió cuenta de mi regreso y se apartó. Tenía la barbilla llena de sangre, y sostenía con la mano izquierda su muñeca derecha, mordida por ella misma, sangrante... Comprendí que me había dado a beber su sangre. Me había dado su fuerza, su vida... Entendí que ese beso no había sido un beso cualquiera.Era el beso de la vida.

Sonya estaba sentada sobre mi. Con sus caderas perfectas inmovilizando las mías.
Sus ojos reflejaron por primera vez, una alegría que enseguida supe interpretar.
Yo estaba vivo de nuevo... Más fuerte y vulnerable a la vez...
Ella podía hacer conmigo cuanto quisiera, no pensaba oponerme. Ni en mis mejores sueños imaginé una situación como ésta.
La vampira de la cual estaba enamorado me había devuelto a éste mundo de mediocridad en el que ella era una luz blanca que envolvía cada resquicio de belleza.

Se apresuró a volver a besarme, esta vez de manera más suave y dulce. Recorrió mi cuello, ya sin marca alguna de herida.
Me mordisqueó suavemente el lóbulo de la oreja y puso su muñerca a escasos milímetros de mi boca, incitándome a beber.
Bebí, sintiéndo como ganaba fuerzas.

Ella jadeaba, presa de la excitación y por el hecho de que cada sorbo de su sangre, la debilitaba, pero ésto no parecía importarle.
Empezó a mover sus caderas contra las mías, siéndo la sábana el unico obstáculo entre nuestros cuerpos.
Decidí dejar de beber, por su bien...
Puse mis manos en sus caderas, acompañando el extremo movimiento de aquella pequeña valquíria.

Su muñeca dejó de enamar sangre, y su herida se cerró al instante.
Me revolví para posarme suavemente sobre ella, besándole el cuello, acariciándo su oreja cn mi lengua mientras sus uñas se clavaban en mi espalda.

Ella me miró a los ojos, sostuvo al fín su mirada y pronunció entre jadeos un ténue y melódico: gracias por regresar conmigo...


Fué tan sólo una pequeña tregua de apenas unos segundos. Sonya me pidió que entrara dentro d ella, y al hacerlo, sus colmillos se clavaron en mi hombro.
Sus uñas estaban ya de sobra ancladas en mi piel, y rodeó mis caderas con las piernas.

Entre gemidos, gritos, pasión y sangre... Sonya y yo fuímos uno sólo...

Acabada tal batalla en tabas, se acurrucó en mi costado derecho, se aferró a mí, y permanecimos inmóviles durante horas...

No sé que nos depara en futuro, o si ésto funcionará, pero si no tienes nada que perder, lo mejor es jugartelo todo...