12 de febrero de 2009

Capitulo 30


20 DE JUNIO DE 1878

Me han extraído sangre, la suficiente como para avanzar al menos un poco con las investigaciones.
También Sonya se ha prestado a la extracción, para asegurarse de la compatibilidad del producto y ampliar así el espectro de estudio.


Mañana partiremos de nuevo hacia Nueva York. Podemos considerar estas pequeñas vacaciones como un capricho personal.
Ambos encestábamos escaparnos lejos, muy lejos de la fría y creciente cuidad de NY.
No obstante, los negocios nos obligan a no demorar mas nuestro regreso. Volveremos a la ciudad del amor...eso es seguro.

4 DE FEBRERO DE 1980

Dicen que cada lugar donde vives te aporta una serie de experiencias, de vivencias, que te hacen crecer y enriquecerte tanto espiritual como intelectualmente. Si es así, Nueva York ya no nos puede enseñar más por el momento.

Hemos decidido trasladarnos a Argentina.
Buenos Aires parece una buena ciudad para pasar una temporada y abrirnos nuevas vías de desarrollo.

Ahí contactaremos con Guillermo Vezzi, un joven vampiro que está explotando el negocio de la ganadería y agricultura.
Vezzi es un nuevo miembro de la pequeña gran familia de vampiros nacidos después de la guerra Sahariana. En más de una ocasión me ha llegado a oídos autenticas proezas económicas de éste joven, y considero que ya va siendo hora de que nos conozcamos personalmente.

Mi pequeño imperio se extiende ya por Inglaterra, Francia, Italia y Norteamérica, y es mi deseo anexionar también Argentina a éste compendio de puntos estratégicos donde mis inversiones y bienes crecen como la espuma.

Esta misma tarde traspasaré el New Angel a un constructor que desea edificar ahí viviendas. La fama del local ha encarecido su precio final, por lo que conseguiré un buen pellizco por el traspaso.


9 DE MARZO DE 1980

Guillermo Vezzi... alto, moreno de pelo perfectamente engominado hacia detrás, de mirada amable y sonrisa despreocupada. El carácter de los porteños no tiene nada que ver con el de los norteamericanos, y sí mucho que ver con el de los españoles o italianos. No en vano Argentina ha sido y todavía es un destino habitual para los humanos mediterráneos que buscan amasar fortunas en un nuevo mundo que no para de crecer. Ellos aportan el esfuerzo y la tierra el alimento.

Vezzi nos ha vendido una de sus fantásticas villas a las afueras de Buenos Aires.
Trescientas hectáreas de tierra fértil alrededor de una preciosa casa de campo de inspiración romana. Se llama Villa Ventura.

La contratación de un servicio discreto y trabajador se hace necesaria, así como agricultores que sean capaces de labrar las tierras y obtener frutos de ellas.
La cosecha que crezca en mi nuevo hogar se repartirá en un sesenta por cien para Vezzi y el cuarenta restante a dividir entre los trabajadores, como recompensa extraordinaria a un trabajo bien hecho.
El acuerdo de la cosecha con Vezzi nos ha ahorrado una pequeña cantidad en la compra de las tierras, y además ha servido para estrechar nuestras relaciones, que cada día son mas agradables y fluidas.

Guillermo Vezzi desconfiaba del hombre que lideró al ELVA y acabó con el poder de Aramath, aún sin haber sido convertido cuando esto sucedió. Parece ser que se ha alimentado mi leyenda hacia extremos erróneos, dejando mi reputación como la de un sanguinario guerrero. Nada más lejos de la realidad...

12 DE ABRIL DE 1890

Nada mejor que una suculenta cena porteña y una noche de tango y póker para darme cuenta de lo afortunado que soy.

Poseo riquezas materiales, una mujer hermosa y una seguridad y cultura que siendo humano nunca hubiese obtenido.

Sonya se ha adaptado pronto al estilo musical patrio, y los tangos con su melódica y dulce voz son un mundo aparte...
En las reuniones con nuestros nuevos amigos, encabezados por Vezzi reímos, cantamos, tocamos algún instrumento y por supuesto, bebemos sangre.
Me ha llamado muchísimo la atención lo ceremonioso de beber sangre con un Argentino al lado. Ellos depositan la sangre, aún caliente en un recipiente ovalado, que llaman bombilla, y con una cañita, o pajita para los no porteños, absorben lentamente aquel preciado néctar.
Según me explicaron, el equivalente al té de las cinco inglés en Argentina es el Mate. Una infusión amarga que consumen en estas bombillas y siempre con amigos y familiares. Supongo que el Mate de plasma de las tres de la tarde es una ceremonia para no olvidar jamás que un día fueron humanos, tuvieron tradiciones, y disfrutaron de ése pequeño placer con sus seres queridos.